lunes, 2 de julio de 2012

7ª Y 8ª ETAPAS

11 y 12 - SEPT - 2110 (sic)


Tengo lagunillas del 7º día. Para mí, lo más importante de ese día (o debería decir del Camino???) fue volver a coincidir de camino a León con una compañera de habitación del albergue de Mansilla. Por la noche hicimos migas los 6 compañeros de habitación, siendo un poco malos al reírnos de un trío peculiar que está también en el camino: un niño, su madre y una amiga (?) de la madre, que, sin saber lo que es un piñón (reconocido literalmente) se han subido sobre la bici y se han echado al camino.

A unos 7 km antes de llegar a León, justo antes de una cuesta (cosa que tuvo mucho que ver, todo hay que decirlo) nos los volvimos a encontrar, así que decidimos bajarnos de la bici y subir charlando con ellos. Gabi se quedó con la pareja y yo subí con Inés. Llena de emoción, me contó que la ilusión de toda la vida de su marido era hacer el Camino. Pero estuvo siempre alargándolo, buscando excusas... y cuando quiso darse cuenta, ya no podía darse cuenta de nada. Una enfermedad neuronal degenerativa se lo había ido llevando, poco a poco, hasta que hace 5 meses Inés tuvo que aprender a cerrar siempre sola la puerta de su casa. Jamás dejes las cosas para más adelante, vive con intensidad y sobre todo, comprende a la persona con quien compartes la vida "porque de un día para otro, ésta se ha dado la vuelta como un calcetín". Una vez más, parecía que el azar no existe. Esa misma mañana le había dicho a la rubia que ya estaba cansada, que me dolía el cuerpo y que no tenía fuerzas ni ánimos para seguir. Que quizá sería mejor dejarlo en León y retomarlo el año que viene "si eso". Pero apareció Inés, que me dio ánimos para continuar, pero además para continuar disfrutando cada tramo del camino, del mismo modo que si hubiera tenido la opotunidad de arrepentirme en el futuro de no haber seguido y hubiese regresado en el tiempo para tener una segunda oportunidad.

Ainhoa

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Por la mañana Ainhoa no estaba tan animada y me comentaba la idea de dejar el Camino en León. La verdad es que ya casi me estaba convenciendo y ya estaba pensando al igual que ella en pasar el resto de las vacaciones en Murcia. Pero a mitad de camino de León nos encontramos con los compañeros de habitación de Mansilla de Las Mulas y después de sudar con ellos durante unos kilómetros, a Ainhoa le volvió la ilusión de proseguir con el camino.


Me recuerda mucho a la salida del albergue de Orietta y Acacio en Viloria de Rioja, que salimos de ahí con fuerzas renovadas. 


Creo que estamos aprendiendo mucho del camino y los kilómetros puede que vayan pasando. Pero si en Viloria entendí lo que debería ser el espíritu del Camino, lo que debería ser importante, que es lo "andado" y no lo que falta por andar. Pues después de León lo que me quedó es que siempre que se pueda hay que avanzar y tomar las decisiones que cada uno crea. Pero sobre todo, tomar las decisiones en el momento que deben ser tomadas para que nunca haya que mirar hacia atrás y pensar en lo que no hemos hecho y en lo que no hemos sido capaces de hacer por no haber tenido el valor suficiente para tomar esa decisión.


Empecé el camino con miedo. Miedo sobre todo de no acabar el Camino: pero hoy lo que siento es ilusión por lo que queda por vivir y porque lo que nos queda será lo que queramos.


Gabriel.

1 comentario:

  1. Gracias amigos.
    Convivir cada dia con uno es nuestro mayor aprendizado. Compartir es nuestra mision donde paso a paso tentamos apreender a mantener el verdadero espíritu del camino.
    Como nos alegra saber que hicimos bien la nuestra parte. Como nos alegra leer comentarios que permite nuestro crecimiento.
    Gracias amigos y hasta un otro camino.
    Acacio & Orietta

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